Saltar al contenido

¿Existe la realidad?

  • por
Tiempo de lectura: 2 minutos

La calidad de nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras acciones se traducen en resultados y en procesos que pueden cambiar profundamente la realidad, pero ¿desde qué lugar se crean? ¿Se podría crear una realidad diferente si nuestros pensamientos y acciones surgieran en otro contexto de creencias? ¿Existe la realidad como un hecho determinante?

Los años nos han demostrado, de tanto observar y vivir, que vivimos, en realidad, a la altura de nuestras CREENCIAS, no de nuestras capacidades.

Virgilio tiene una afirmación que amo:


Possunt quia posse videntur

[algo así como: “pueden los que creen que pueden” ]

Cada vez que tengo un pensamiento que comienza a enredarse suelo hacer un ejercicio, lo pongo en un contexto completamente diferente para el que fue creado, entonces, desde ese lugar de extrañeza me resulta más sencillo verlo sin sesgos.

Es preciso cambiar la perspectiva para resignificar los pensamientos y encontrar nuevas maneras de hacer, porque en realidad no se trata de ver para creer, sino, de creer para ver

Esta nueva afirmación (contraintuitiva, si se quiere) me recuerda un estudio que leí hace tiempo acerca de tomografías realizadas a personas ciegas de nacimiento donde descubrieron que al tocar un objeto se activaba su centro de visión. Estas personas veían a través de su tacto, literalmente.

¿Qué es la realidad? ¿Existe una realidad o existen realidades individuales? ¿Cambia la realidad según nos pensemos capaces o incapaces de realizar una acción determinada? ¿Por qué una emoción lo suficientemente fuerte puede alterar la realidad de manera imprevista?

¿La realidad nos limita o nosotros somos lo que ponemos límites a nuestra realidad?

Creo fervientemente (ves, eh aquí una creencia que me impulsa a pensar y accionar en consecuencia) que los límites son mentales, que lo que solemos llamar obstáculos o “problemas” no son límites, son pausas que nos pone la vida para que nos demos cuenta en lo que realmente creemos y cuánta creatividad al servicio de esa creencia estamos dispuestas/os a invertir.

Si creemos en algo, la mente se encargará en buscar la manera de crearlo en la realidad, y allí viene el logro… nunca antes.

Cuando nos resistimos a aprender cosas nuevas estamos prisioneros de nuestros cerebros, atrapados en nuestras propias mentes. Salir es aprender y aprender es crear oportunidades.

Bienvenida/o estás a la conversación.

Etiquetas: